"El mayor error lo comete quien no hace nada porque cree que sólo podría hacer un poco". Edmund Burke.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Mesa de formación.(26/08/08)


Era cerca de la una y media de un luminoso mediodía cuando salíamos de la sede de la Dirección General. Pero, ni las hermosas vistas de la imponente Peña Cabarga bañada por el sol ni la de las aguas de la bahía, mecidas por el frescachón viento del nordeste, podían sacarnos de nuestra decepción y asombro. Habían sido tres horas y media largas de reunión y la sensación que nos llevábamos fue la de haber perdido el tiempo lastimosamente. Lo que hace un año llevaba un par de tardes y tenía como resultado una adjudicación de cursos sin apenas alegaciones; con la transferencia a Cantabria lleva ya más de un par de meses de darle vueltas y más vueltas a los listados de marras. Y sigue.

La historia se repite y, una vez más, todo ha de hacerse tarde, casi sin tiempo para reaccionar y apelando a la buena voluntad de todos. Y buena voluntad no falta pero lo que se está empezando a agotar es la paciencia porque una cosa es tener buena voluntad y otra muy distinta tapar la falta de organización, conocimiento y criterio. Cierto es que algunos, desde la administración, muestran día a día empeño, trabajo y dedicación que pelean en inferioridad de condiciones con las carencias apuntadas.Pero ese reconocimiento no puede evitar que sea inaceptable que, al final, se apele a la buena voluntad con la típica expresión de "venga, que hay que sacar esto adelante" como diciendo que si no sale adelante no es porque se hayan hecho mal las cosas desde la Administración (principalmente, en este caso, el CEARC) sino porque los demás no "colaboramos".

El resumen de la reunión es que seguimos sin listados de adjudicación de cursos de formación a escasos días de comenzar las primeras ediciones correspondientes al plan de 2008.

Asistimos a la reunión alucinados ante la realidad de que casi nada se había hecho desde la última reunión mantenida con la Administración. Pronto se comprobó que el trabajo efectivamente realizado no servía. Por otro lado, como nos temíamos, la aplicación de los nuevos criterios ha complicado mucho el proceso de selección respecto a los años anteriores. Por último, nos encontramos con la sorprendente iniciativa del CEARC que había excluido, por su cuenta y riesgo, la adjudicación de los cursos de apoyo a la promoción a la espera de que se convocaran las oposiciones. Esta "iniciativa" unida a la inaudita exigencia de que los participantes hubieran sido admitidos en las oposiciones complicaba desde el punto de vista presupuestario la celebración de los cursos. Una vez comprobado el grave problema la reunión discurrió entre las apelaciones a la buena voluntad ante una situación que por dificultad y, sobre todo, tiempo se presentaba como inamovible. Los listados eran estos y pocas cosas se podían hacer para solventar los múltiples errores y problemas detectados.

Al final todo quedó a expensas de adjudicar las nuevas ediciones, de comprobar las fechas libres para dar esas nuevas acciones formativas. Fechas libres en lo que se refiere a las sedes del curso y fechas libres que eviten el solapamiento de cursos. Tarea árdua y difícil dadas las fechas en las que estamos. Y como no, se nos emplazó para una nueva reunión. Es decir, todo quedó como al principio... o peor.