La lucha de los trabajadores está marcada por situaciones
concretas que han provocado variaciones sustanciales en sus condiciones de
trabajo y han supuesto puntos de inflexión en los cambios más significativos
para las relaciones laborales.
Hace 129 años que los trabajadores se plantaron para reivindicar mejoras en
sus condiciones laborales y, más concretamente, para exigir una jornada laboral
de ocho horas. Desde entonces, la insistente lucha por alcanzar unas condiciones
de trabajo dignas ha sido constante, de la misma manera que la conmemoración de
una fecha, el 1º de Mayo, símbolo del espíritu de miles de
trabajadores que no cejaron en su empeño para conseguir una reivindicación
justa.
El empleo y las condiciones laborales se han visto
significativamente afectadas por la crisis económica que viene azotando nuestro
país desde el año 2008 y que ha alterado perversamente elementos esenciales de
las relaciones laborales. Los desempleados se cuentan por millones, el empleo se
ha precarizado notablemente, los salarios han sido devaluados, las prestaciones
recortadas, los servicios públicos maltratados y los empleados públicos
vilipendiados.