"El mayor error lo comete quien no hace nada porque cree que sólo podría hacer un poco". Edmund Burke.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Propuesta insólita de CCOO y UGT

El pasado domingo pudimos leer en el diario "El Mundo" una noticia inquietante.  Algunos pensarán que se trata de una noticia más dentro de un escenario inquietante pero, sinceramente pensamos que, de ser cierta estaríamos ante una propuesta inaceptable. Tanto es así, que desde CSIF pensamos que se trata de un malentendido que, seguro, será objeto de un desmentido.

El titular decía así "Los sindicatos ven "discriminatorio" que los ERES afecten sólo al personal laboral". Luego, en el texto del artículo, se especifica que CCOO y UGT proponen que los ERES, afecten también al personal funcionario de carrera.

Desde CSIF queremos manifestar nuestra oposición total a esta insólita propuesta que desconoce la naturaleza jurídica y la razón de ser del personal funcionario de carrera lo que es sorprendente siendo estos sindicatos representantes de los intereses y derechos de esos funcionarios en muchas Juntas de personal.

La estabilidad en el empleo, lejos de ser un privilegio, supone una garantía de independencia del poder político en beneficio de todos los ciudadanos. Como contraprestación existen unos mecanismos de acceso tasados y bajo los principios de mérito, capacidad, igualdad, publicidad y objetividad a los que todos los ciudadanos que reunan los requisitos pueden optar si ese es su deseo. También tenemos un régimen de incompatibilidades, un régimen disiciplinario muy exigente y un reforzamiento de nuestra responsabilidad penal. Por otro lado, nuestro régimen retributivo es hiperrigido cuando se trata de subir el sueldo y,como ahora podemos comprobar, hiperflexible a la hora de bajarlo.

Además, es que la insólita propuesta de CCOO y UGT va en la dirección contraria a lo que dicta el sentido común y una acción sindical coherente. El problema no es a quien afectan los ERES sino su existencia en la sector público tal y como se plantea en la reforma laboral. Si hay que buscar discriminaciones habría que preguntarse, los sindicatos que firman la propuesta los primeros, porqué en el sector público sólo caben ERES de extinción en vez de aceptar la propuesta y pedir su extensión a otro personal.

Desde que se anunció por el Gobierno la intención de aprobar estos ERES en el sector público para el personal laboral, CSIF realizó una intensa campaña de presión y de negociación con los diferentes grupos políticos bajo un principio fundamental: que ningún empleado público que hubiera accedido a su puesto de trabajo a través de un proceso selectivo regido por los principios de objetividad, igualdad, publicidad, mérito y capacidad con independencia de la relación laboral que tengan con la Administración. 

Fruto de esa presión fue la reforma del artículo que,en su redacción definitiva, contempla una prioridad para verse afectado en el ERE en favor de quienes han accedido a su puesto de trabajo a través de un proceso selectivo. Una modificación que CSIF calificó de claramente insuficiente pero que, a su vez, se convirtió en la única modificación legal que se obtuvo de esa reforma laboral en el sector público fruto de la presión sindical.

Para CSIF hace falta profundizar en la reducción del aparato para-administrativo que se ha ido creando al calor del poder político. Una administración paralela que se crea para evitar las consecuencias de la independencia de los funcionarios y los controles administrativos y que debe afectar a esa pléyade de asesores, cargos de confianza, y demás personal que ha entrado en la Administración por designación digital y cuyo único mérito es la relación de amistad o de afinidad ideológica con el político de turno.

Ese es el objetivo que nos debería unir, en vez, de andar extendiendo los recortes de derechos a más personal. 

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